lunes, 19 de octubre de 2009

La pobre ley D'Hondt

En España está comúnmente aceptado que la representación parlamentaria es poco menos que una mierda. Me refiero a la fórmula matemática usada, al sistema de reparto. El algoritmo que se usa para convertir votos en escaños.

Los argumentos son varios, ¡y contradictorios!. Desde aquellos que argumentan que se favorece a los partidos mayoritarios, a los que creen que los partidos nacionalistas tienen secuestrado al parlamento.

En unos y otros casos, hay un cabeza de turco que suele llevarse bastantes palos: el Sistema D'Hondt, el sistema de reparto de escaños en función de votos, y que está diseñado para favorecer ligeramente a los partidos mayoritarios.

Echemos los números a ver qué pasa... (pulsar para ampliar)



En esta tabla que aquí cutremente pego como puedo, podemos ver bajo el verde los votos que sacó cada partido en España en 2008, y el porcentaje puro que dichos votos representan.

En amarillo, el reparto que se hace AHORA en base a esos votos. Vemos que relativamente el más beneficiado es el PNV (+42% de representación sobre lo que debería), seguido de UPN y NaBai. Pero aunque relativamente sea inferior, los que sacan buena tajada son PP y PSOE, con cerca de un 9% de sobrerrepresentación cada uno (pero que en términos absolutos son más escaños). Todos los demás partidos, incluyendo a los vilipendiados CiU, ERC, BNG y CC, están infrarrepresentados. Y los casos más escandalosos, claro, son los de aquellos partidos pequeños pero repartidos por toda España: IU y UPyD, a los cuales se les roba cerda del 80% de su poder.

Más a la derecha, en naranja, está lo que resultaría de aplicar el Sistema D'Hondt a los votos de España como si ésta formase un único cupo de votos, sin diferenciar por provincias. No me voy a parar a comentar cada caso, ya que las desviaciones son pequeñas y salta a la vista que es un sistema de reparto más que razonable, que beneficia un sano pelín a los partidos grandes. De momento, yo declararía D'Hondt inocente.

Y ya vistos los inconvenientes de dividir en provincias al parlamento... ¿qué es lo que ganamos con ello, pregunto yo?

9 comentarios:

  1. ummm, gracias por aclarar el efecto de la Ley D'Hont, yo también la creía culpable de la absurda distribución del Congreso. No sé el por qué de la división provincial, pero supongo que se puso con la idea de ser más equitativo con respecto a las provincias más pobladas; no sé, hablo sin tener ni idea, la verdad.

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  2. Bien aclarado... La ley d´hont es efectivamente un buen sistema de reparto de los escaños. Lo que evidentemente (al menos para mí) no tiene sentido es la división en circunscripciones provinciales. ¿No es el Senado una cámara de representación territorial?

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  3. Y por cierto... los resultados arrojan una gran desventaja para IU en relación al número de votos obtenidos. Pero este sistema además crea un efecto negativo secundario no menos importante para IU, esto es: hay mucha gente en provincias poco pobladas que no vota a IU porque sabe que es un voto inútil. Por eso creo que el gran beneficiado de todo esto es el PSOE

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  4. Curro, ya sabemos todos que el Senado tiene una función residual y poco sentido como estamento en sí mismo; vamos, si no que lo aclare alguien que sepa más de derecho (Carloh, guiño guiño)

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  5. Sí por favor, guiño guiño guiño

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  6. Carlos C:

    Bueno, bueno, bueno. Álex ha explicado muy bien el reparto de votos en España. El sistema de D´Hont se eligió para beneficiar a los partidos grandes en nuestros primeros años de democracia, para evitar que hubiese mil partidos en el Parlamento. IU siempre es la gran perdedora, pero también es verdad que los nacionalistas no tienen más escaños de los que deberían en general, aunque esos pocos escaños son fundamentales para las alianzas con los dos grandes partidos. El sistema de 52 circunscripciones me parece correcto, aunque estaría bien añadir un sistema mixto que incorporase otra papeleta nacional. Ya se ha hablado mucho de esto desde hace tiempo. Consistiría en aumentar el Congreso en 50 diputados hasta los 400 y que estos fuesen elegidos en una circunscripción nacional adicional a la de las provincias, para evitar casos sangrantes como los de IU. En Alemania existe este sistema doble.
    Y puf, en cuanto al Senado. El Senado siempre se ha planteado como un modulador del Congreso para evitar que hiciesen tropelías. Vamos, que tiene un carácter conservador por naturaleza. En los principios de nuestro constitucionalismo era la Cámara de nobles, familias de alta alcurnia y elegidos a dedo por el Rey para frenar los pies de los diputados del Congreso. Actualmente no tiene ninguna función, es un cementerio de elefantes político. No representa a los territorios y su sistema de elección es ridículo ya que los dos grandes partidos tienen aún más mayoría en el Senado que en el Congreso y esto se ha repetido elección tras elección. Así que se repite lo que se dice en la otra Cámara, no tiene funciones de bloqueo (puesto que si paran una ley, se devuelve al Congreso y podrá ser aprobada entonces sin pasar de nuevo por el Senado) y básicamente es una tontería muy grande. Soluciones: quitarlo, no soy partidario del bicameralismo. Y si se quiere dotar de funciones reales habría que empezar primero por cambiar la forma de elección de los senadores. Se me ocurre que los senadores fuesen elegidos exclusivamente por los Parlamentos de cada CCAA, por ejemplo. Pero claro, esa reforma supondría tocar la Constitución y el sistema para ello es muy rígido. Aparte, beneficia a los dos grandes partidos y evidentemente no están muy interesados en cambiarla (al igual que la ley electoral del Congreso).

    Aparte, felicitar a Curro y Moncho por el artículo de Rosa Díez y sus opiniones. Suscribo todas las palabras de Moncho. Rosa Díez representa todo lo que no me gusta de la política española.

    Besitos y guiños guiños para todos!

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  7. Totalmente de acuerdo en lo de pegarle fuego al Senado. Yo pensaba que alguna función "bloqueante" tenía, pero si ni siquiera tiene eso no veo motivo para no acudir todos en plan turba furiosa y echarlo abajo :)

    Sin embargo, la idea de poner 50 diputados más con una circunscripción nacional... más diputados, más despachos, dietas y coches oficiales... esa solución siempre me pareció un parche. Un intento de IU por lograr unas migajas (que es lo que obtendría), resignado a no conseguir nunca justicia de verdad.

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  8. ¿nos vamos de cañas y pegamos fuego al Senado? Pero en plan risas. Venga, el viernes a las 8 en el Sta Elena, para ir calentando (no he hecho el juego fácil de La Llama y el fuego).

    Gracias Carloh por aclarar estas cosas, aunque no he entendido lo del sistema doble de diputados del Congreso y la circunscripción nacional.

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  9. Carlos, el anónimo desenmascarado:

    El sistema doble significa añadir a la actual circunscripción provincial (350), una nacional donde se le asignaría un número de escaños (50). Habría 53 circunscripciones. Entonces tendrías que echar dos papeletas, a la provincial y a la nacional. De todas formas esto sólo suavizaría en parte la injusticia de algunos partidos, aunque bueno, algo es algo.

    Como dijo Rodríguez Ibarra: El Congreso es el Senado, y el Senado es nada.

    Me apunto a la barbacoa.

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